Anaïs Nin, 5 de diciembre de 1935; bajo la realidad de su ’Fuego: Diario amoroso (1934-1937)’:
"He vuelto a perder el camino porque el camino de mi ego –vivir
para mi ego– no me hace feliz.
(…)
Soy como una mujer que tiene un revólver y se siente alegre
porque puede poner fin a su vida."